Con el inicio de curso, muchos niños compaginan sus estudios con otras actividades en las que participan fuera de su horario escolar. Las conocidas como extraescolares, según apunta la psicóloga Patricia Sánchez en el artículo que os invitamos a leer en este enlace, «pueden ser muy positivas, especialmente si se combinan aquellas de carácter más lúdico con otras enfocadas al aprendizaje».
Tal y como recogen desde el portal de El Mundo en la publicación que podéis consultar en este enlace, durante el proceso de elección de la actividad a desarrollar hay que tener en cuenta la opinión del niño, además de tener que ser esta atractiva y lúdica. Patricia Sánchez aconseja no imponer la actividad y decidirla de manera conjunta, así como planificar los horarios para que los niños tengan tiempo para todo: «descansar, hacer los deberes, jugar y pasar tiempo en familia».
Entre los beneficios que las extraescolares tienen para los niños se encuentran las habilidades personales y sociales que desarrollarán al compartir la actividad con otros compañeros, así como la posibilidad que tendrán de aprender nuevas habilidades, impulsar el rendimiento académico, aumentar su autoestima y aprender a gestionar el tiempo, según señala la misma profesional.